Es la esencia misma del esquí de fondo, la técnica con la que todo empezó. Es muy fácil de aprender para los principiantes gracias a sus similitudes con la marcha y hace que sea posible para los esquiadores no iniciados aprender el esquí de fondo con soltura técnica y física. La técnica clásica ha sido utilizada en los países nórdicos durante cientos de años para los desplazamientos largos y lentos e incluso para la caza. Recientemente esta técnica a sufrido fuertes evoluciones con la aparición de las competiciones en el siglo XX. Es muy fácil cuando se practica suavemente con un ritmo de marcha, pero la técnica clásica es la más difícil de dominar en las bajadas rápidas pues las tomas de apoyo deben ser muy precisas si se quiere optimizar las fases de deslizamiento. Hacen falta aproximadamente tres años para dominar la técnica skating y diez para la técnica clásica.

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El Paso clásico o alternativo

El paso alternativo es el más utilizado de la técnica clásica y se parece en todos los sentidos al de la marcha, pero añadiendo deslizamiento. Se trata de hacer avances de brazos y piernas en opuesto, como hacemos mientras se camina, pero con bastones, con los brazos ejerciendo tracción y las piernas propulsión.

Es el más simple de hacer a poca velocidad y en los paseos. En cambio, desde que se quiere prolongar las fases de deslizamiento, se vuelve mucho más técnico de lo que parece.

Es el paso básico del esquí de fondo, el más económico, pero también el más difícil de dominar en carrera, pues se trata de alterar el movimiento natural de la marcha intentando ganar lo máximo en deslizamiento y velocidad en los relieves difíciles.

El paso simultáneo

Se trata de la forma de impulsarse más utilizada en plano para la técnica clásica. El paso simultáneo consiste, como su nombre indica, en empujar simultáneamente con los dos brazos y sin valerse de las piernas.

Hasta hace poco esta era una forma de impulsarse reservada a las zonas planas de los recorridos, pero desde hace algunos años, la tendencia es comenzar con esquís clásicos sin cera o con esquís de skating y hacer todo el recorrido solo con la fuerza de los brazos.

Esta técnica es la base del esquí de fondo clásico, pero no es conveniente para todos los tipos de relieve, pues algunas subidas son imposibles de hacer solo con la fuerza de los brazos, al menos para el común de los mortales. En 2016 nace el primer esquí «doble poling» de Fischer, un esquí de clásico y destinado solo al empuje, no a los pasos de clásico.

Esta tendencia va con la evolución del deporte y es cierto que no es la más estética si se compara con un hermoso paso de clásico. Sin embargo, puede ser extremadamente eficaz cuando la utiliza un esquiador de buen nivel.

El paso combinado

Este es el paso que se utiliza en llano si el deslizamiento es difícil o en una ligera pendiente. Tiene la particularidad de combinar el paso alternativo y el simultáneo. Este paso consiste en empujar a la vez los dos brazos al mismo tiempo que se empuja con la pierna. Lo ideal es alternar piernas con cada empuje.

La mayor parte del tiempo este paso se utiliza por esquiadores expertos ya que su ejecución necesita un nivel técnico de coordinación correcto, un mínimo de deslizamiento, y, por tanto, unos buenos esquís.

El paso de dos

Sin duda es la técnica clásica menos utilizada, por no decir que está en vías de desaparición. Este paso consiste en hacer dos empujes con las piernas, como en alternativo, pero con un empuje de brazos simultáneo con el segundo empuje de piernas.

Es un paso que se utiliza raramente, pero que es muy técnico porque se necesita de un muy buen equilibrio para mantener el apoyo y la propulsión de la primera pierna sin ayudarse de los brazos.

Es un paso que podemos utilizar en zonas planas ascendentes para reemplazar el paso alternativo, si el nivel de deslizamiento lo permite...